lunes, 23 de mayo de 2011

Cartas para una niña...

Camino el parque, el nuestro. 
Los soles, tus primeros pasos y la carreola de tu hermana. Y los ciclistas y los perros, los corredores y los corridos. 
Cruzo el parque desde la casa de tu tío hasta llegar, del otro lado, a ese cafecito solo donde me sentaré algunas horas para charlar con Ernesto, o guardar el silencio en la compañía de Ernesto, mirar pasar a los mismos.
Es de noche
El juego de luces proyecta diferentes sombras.
Dos sombras. Una de tamaño humano, tal vez un poco más baja de estatura que yo, curva y rechonchita.
La otra sombra es larga, muy larga y tiene forma de flecha.