jueves, 9 de octubre de 2008

25 de Octubre

Ella, La Madre, empieza siendo un cuadrado. El cuadro es la Madre primera, una respuesta a la necesidad humana de la estabilidad… cuando la Madre se transforma es cuando el hombre se pregunta dónde estamos, así, la Madre traza un segundo cuadrado creando una especie de estrella: entonces nacen los puntos cardinales.

Así éramos nosotros. Un cuadrado donde no se distinguían fronteras ni maneras individuales, los cuatro ángulos eran necesarios tanto como las cuatro líneas que los formaban. Nadie se preguntaba más. Éramos a fuerza de sostener la existencia y únicamente entre los cuatro podíamos hacerlo…. Pero llegaron los tiempos de las preguntas…. Y sin saberlo, trazamos un cuadrado nuevo y a la Madre la convertimos en estrella. Y emigramos… al sur y al norte, al este de nosotros mismos y al oeste también, donde empezaron nuestros enterramientos.

Ahora volveremos a vernos
No somos más una naranja o un simple cuadro.
Los cuatro gajos se separaron y han ido adquiriendo… han tenido que adquirir… un universo propio que se explica desde sí; cada uno ha elegido su ubicación, cada uno ha tenido que contestarse más allá del cuadro primero. Nos hemos enterrado y desenterrado, hemos muerto mil vidas y revivido mil una. Nos hemos convertido en expertos de infiernos y muchas veces, libramos batallas campales contra los molinos de viento.
Volvemos a encontrarnos
Es la boda de mi hermano.
Caminaremos el sendero que asemeje la llegada al altar… no creemos en sacerdotes ninguno de los cuatro… llevaremos anillos y azahares, ramo y liga para la nueva habitante de la familia.
Seguramente nos juntaremos pa ver si seguimos embonando
La naranja se encontrará de nuevo y por unos instantes será completa; luego, cada uno mostrará sus bellezas, y habremos de volver a nuestras propias identidades, y nos preguntaremos: ¿quién soy? ¿en dónde estoy? ¿de dónde vengo?


Cita en Tecamachalco
Octubre 25 del presente.

No hay comentarios: