lunes, 5 de septiembre de 2011

Cartas para una niña...


Habrá sido viernes el día que me llamaron. Los viernes le pago a Ramona, mi nana peruana. Y los viernes ella cocina un antojo que tengamos ambos: el viernes, me dice, por qué no hacemos torrejitas de coliflor… Y las comemos con salsa de rocoto.
Habrá sido viernes pues recuerdo que corría para llegar al banco.
-Que lo llaman de México. –dijo Ramona.
En un segundo estoy al teléfono. –No pasa nada, tranquilo, no pasa nada. –repite tu papi con esa manera pausada que tiene y añade: -Vas a ser tío.
En el pedazo de mi corazón que habita tu padre, se abrió una puerta más, y una ventana, y una sala roja con todo y su tapete, muñecos hechos a mano, artesanías con papel y colores, y…
Tu papi dijo más: -Queremos que seas el padrino.
-Y desde entonces, mi niña, desde entonces….

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