lunes, 28 de marzo de 2011

Cartas para una niña...

La despedida…
De Manera María, que todo está bien
Y con esta muerte daré de comer a los olivos.

Es que me estaba muriendo en aquellos días.
Era un proceso muy extraño. Mi carne estaba sana, contenta, y yo sentía que me estaba yendo, que no era más el mismo, que dejaría de ser hermano e hijo, tío o papá.
En esa novela: Apuntes para una carta a María, mi novela peruana, los personajes se van fundiendo unos con otros... Intenté llegar al uno, pero no pude, sin embargo muchos de ellos se fundieron, y así, Federico y Agustín, terminaron siendo Federico Agustín, y María cambió su nombre con el de María Clara y así diciendo... 

1 comentario:

In Lak'ech dijo...

Me encanta la suavidad con que lo plasmas...